"El surrealismo soy yo"

Llegaste a este mundo llevando flores al difunto de tu mismo nombre. La excentricidad junto a Gala fueron tus compañeras de vida, pues tus elocuencias, tus ocurrencias y tus ideas, muy diferentes a lo normal dentro de lo anormal, causaron disgutos entre tus maestros.

Conociste a Freud y llevaste tus sueños a tu lienzo. Mágicas imágenes que sólo son posibles en tu cabeza dejas conocer al mundo para salir de la realidad y dejar volar pensamientos.

Tu despeinado cabello con patillas "a lo Bolívar" dejaste atrás. El gel hizo brillar tu cabellera que ahora permanecía inmóvil en su lugar, y tus labios tenían un fino sombrero que acentuaban la locura picarezca de tu envolvente mirada.

Dueño y creador de fantasías, modificas la realidad y descargas emociones. Los elefantes del ´48, los únicos en este mundo capaces de aguantar su peso en esas delgadas y largas patas que le sirven de escalera al cielo. Los relojes derretidos y abandonados de "Persitencia". Las "Rosas Sangrantes" del vientre de aquella mujer que se aferra dolorosa a una columna. "La sombra de la Noche Avanzada", evidencia de tu premonición de la Guerra Civil Española.

Gala murió y falleciste en vida. Tu inspiración, alma, fuerza y razón se fueron con ella a su tumba; y tú, muerto en vida, hasta que tu palacio te arropó y tus pinturas te inmortalizaron eternamente.